A la edad de 56 años ha fallecido el reconocido skateboarder californiano Jake Phelps, influyente en la escena global por su trayectoria y como editor de la prestigiosa revista Thrasher Magazine.

Su deceso fue confirmado por los fanáticos del skate tras las palabras del fundador de la editorial Tony Vitello a través de la cuenta Instagram de la revista.

Los motivos de su muerte se desconocen pero según informan algunos medios, habría sido de manera natural y tranquila.

Compartimos el dolor de la muerte de este gran ícono del skateboarding, quien se aseguró de enseñar y demostrar el verdadero significado de este deporte nacido y gestado en y desde la calle.

Nos quedamos con una icónica frase suya que en pocas palabras dice mucho de él y sobre el skate.

«what teaches you how to skate? the fuckin’ concrete»

A continuación la publicación del fundado en Instagram.

«Jake Phelps era 100% skateboarder, pero esa etiqueta se queda corta, porque más allá de su enorme influencia en nuestro mundo, era verdaderamente un individuo más allá de este mundo. Cuando los seres queridos mueren, a veces mitificamos sus vidas llenas de amistades y experiencias. A veces tenemos que convencernos a nosotros mismos de creerlo todo. Nos hace sentir mejor y nos ayuda a enfrentar la pérdida. Bueno, en el caso de Jake, la tarea se convierte en concentrarte en cuántas vidas podría vivir una persona. Realmente lo vio todo, lo hizo todo, y su increíble cerebro pudo deleitarse hasta con el último detalle.
Pero la mayoría de ustedes que leen esto ahora se identifican principalmente con Jake Phelps, el patinador y editor de nuestra revista, por lo que les dejo con esta verdad: nunca conocí a nadie que amara el skate como lo hacía Jake. Justo cuando necesitamos comida y agua para sobrevivir, Jake necesitaba patinar para mantener su sangre bombeando. Era más que un pasatiempo, una forma de transporte o una forma de vida: era su oxígeno. Aquí hay otra cosa. Jake nunca abandonó. Jake se cerró de golpe. Y hay una gran diferencia. Solo conocía el compromiso. Lo iba a hacer sin dudarlo, y solo había dos resultados. O verías su puño triunfante bombeando en el aire o sería una colisión temblorosa en el concreto. Recuerdo que una vez me dijo que nunca caía hacia atrás, que siempre caía hacia delante. Inclinarse hacia atrás significaba que había vacilación, y Jake estaba en todo.
No había mito. El hombre era el mito. Te amamos, Jake. -Tony Vitello»