Palabras: Nick Russell
Fotos : Andrew Miller
A medida que los kilómetros pasan, el paisaje cambia lentamente y un medidor de fresca nos saluda en el capitolio de polvo de Chile , Nevados de Chillán.
El optimismo y la aceptación son dos actitudes valiosas para tener durante el viaje. Con esa mentalidad, cada viaje es un éxito tan pronto como reservar su billete.
A principios de este verano, tuve la invitación de Jeremy Jones a unirse a él y Forrest Shearer en un viaje a Chile. El propósito principal del viaje era poner a prueba un lote recién fabricada de snowboards Jones. La construcción y el rendimiento son dos cualidades en un tablero que no deben ser tomadas a la ligera, especialmente cuando se utiliza por el Dr. Jones. Él está en constante perfeccionamiento y la mejora en todas las tecnologías actuales disponibles. Como un samurai es uno con su espada, una conexión de confianza para su tabla de snowboard es imprescindible. Además de la prueba de campo, otro objetivo del viaje para Jeremy era disparar su parte de vídeo para la nueva película de 32, 2032. Si alguien puede armar un segmento tan sólo unas semanas de la fecha límite de la producción, que es él.
Debido a una desafortunada enfermedad el año pasado, había pasado la mayor parte del invierno en una cama de hospital. Una infección del hígado rara de causa desconocida me ocurrió a principios de enero con una fuerza poderosa. Sentado la mayor parte de la temporada a cabo al margen, de las vistas se establecieron desde el principio para ir a América del Sur, cuando me recuperé. A continuación es mi opinión sobre una excursión virgen a los Andes. Buen término en su máxima expresión.
Para mí, el atractivo de freeride pie-impulsado es grandioso. Basándose en su propia fuerza para conseguir que hasta las montañas donde nadie más ha sido profundamente gratificante. Jeremy y Forrest son dos tipos que han llevado la carga durante la última década para mostrar al mundo los beneficios de splitboarding, fue un honor acompañarlos en un medio de exploración de verano para pistas frescas.
También acompañarnos fue reconocido shaper de tablas de surf, Chris Christensen. Pointbreaks a polvo es el hilo que mantiene a la gente como Chris empató a Chile. La conexión con el surf y la nieve hace que el hemisferio sur un destino de ensueño. Antes de que habíamos llegado, Chris ya había pasado dos semanas en las olas de la costa en la receptoría. En un tramo de la carretera vacía en el coche de Punta de Lobos a Santiago, fue detenido por una sacudida improvisada debajo de presuntos policías. Tomaron el talón de la emigración de su pasaporte, un documento necesario para los extranjeros cuando salen del país. Después de cuidar de los negocios en el aeropuerto, que era tan traída y llevada para entrar en las montañas, ya que estábamos.
Para capturar los momentos estáticos, Andrew Miller estaba detrás de la lente. He conocido a Andrew por un largo tiempo, ya que yo vivía en su casa en Utah. Él era uno de los chicos que primero me metieron en splitboarding, algo estaré eternamente agradecido. He aprendido mucho de Andrew lo largo de los años y ha sido genial ver a conseguir el reconocimiento que merece. No hemos tenido la oportunidad de rodar mucho juntos durante los últimos dos temporadas, esta reunión en las colinas fue hace mucho tiempo.
La documentación de la moción era Nick «Ninja» Kaliz. Tranquilo y sereno, Ninja rápidamente se mueve a través de las montañas con un paquete absurdamente pesado en los ángulos de sus tiros calculados. Hay pocos en el mundo que pueda mantenerse al día con la tripulación debido a todas las diversas logística, por lo que uno puede estar seguro de que los que puede tener una habilidad muy especial. Tanto Ninja y Andrew son verdaderos profesionales y fue un placer para disparar con ellos.
Se sabe que las condiciones en los Andes pueden ser bastante voluble. El sur más lejos vayas, más profundo que entrar en el corazón de los patrones climáticos extremos de la Patagonia. Aproximadamente seis horas al sur de Santiago es Nevados de Chillán, un resort de clase mundial que llamamos hogar para la duración del viaje. Con reminiscencias de los niveles fluctuantes de nieve en el noroeste de Estados Unidos, que llegamos después de la medianoche en un aguacero. La previsión estaba llamando a una gran tormenta. La esperanza de que los sonidos de la intensa lluvia serían lentamente calmen y la transición a los copos de nieve suaves, la emoción era incontenible. Para nuestra consternación, la primera vista desde la habitación hasta el aparcamiento no fue un blanco de la mañana de Navidad, pero un mar de color marrón. A medida que nos tomamos el desayuno, no podía dejar de mirar por la ventana a la precipitación que cae del cielo. «Si nos fijamos en las cosas bien, es como que se parece a la nieve», dice Jones con su interpretación nevadas Tahoe. Él estaba en lo correcto. La transformación que estaba sucediendo.
Desde el punto de vista de tiro, las dos primeras semanas fueron difíciles. Pronto se hizo evidente que íbamos a tener que trabajar duro para conseguir tiros. Andrés y Ninja tuvieron que ser selectivo cuando para reventar las cámaras en las condiciones de humedad y viento. Fuertes vientos estaban constantemente cerrando los ascensores. Por la noche sonaba como las ventanas de mi habitación iban a soplar. Sin embargo, después de recorrer 6.000 millas hasta el fondo del mundo para encontrar invierno, le dimos nuestro todo. Cuando Chile le da los limones, a tomar pisco sour.
Surf inspira el tipo de conducción que hacemos. A partir de la búsqueda de windlips y rodillos en la montaña a las nuevas formas de mesa que Chris ha diseñado, era natural para tomar un par de días para explorar la costa chilena. La belleza del paisaje es sobrecogedor. La falta de comercialismo y luces de neón de hormigón ha dejado esta parte del mundo no contaminado. Es la tierra antes de tiempo. Raíces Forrest y Jones en el surf brilló como remaron hacia las poderosas corrientes del Pacífico. Junto con una leyenda local por el nombre de Coco, los pies de página Goofy se turnaron rasga las izquierdas y que entran en el tubo esquiva. La línea se compone de una pequeña comunidad que comparte un amor fuerte para sus vacaciones de casa. Inicialmente cansado de visitantes gringos con cámaras, pronto nos conectamos con la pasión común de pie hacia los lados. Coco gentilmente nos acomodó a su casa de campo a menos de un kilómetro de la playa. Los valores familiares son un elemento básico en Chile, como un hogar típico tiene varias generaciones que viven bajo el mismo techo. Su madre y su hermana-en-ley nos mantenían lleno con algunos de la mejor comida que hemos tenido en nuestras vidas. Una barbacoa con el equipo local fue el tapón perfecto para nuestro fin de semana largo, compartiendo cervesas y atascos en las horas de la noche. Baterías recargadas, ya era hora de volver a las montañas por más.
Desde una perspectiva de montar a caballo, el viaje era ya de todos los tiempos. Nos montamos en recurrir pow Consultado diariamente, aprovechando al máximo cada ejecución. Nuevos tableros fueron puestos a través del timbre. Cada noche, las aguas termales y una zambullida polar siempre el remedio perfecto para el dolor de los músculos. A pesar de que habíamos capturado un puñado de momentos pintorescos, teníamos la esperanza de un claro calma para permitir nosotros para conseguir un poco más en las montañas y en nuestras tiendas de campaña.
Había mucho en juego en una pequeña ventana de tiempo soleado que fue constantemente nos evadiendo. Como fecha de regreso de la tripulación se acercó, el pronóstico parecía prometedor para una misión de camping. Vuelos extendidos y paquetes cargados, nos aventuramos en la oscuridad de la mañana a una zona virgen. Nieve fresca, temperaturas frías y sin viento, nuestra paciencia finalmente habían dado sus frutos.
Me cuesta encontrar las palabras para describir las emociones surrealistas sentían esos últimos días. Aquí estoy, un chico de la costa este, cuatro meses se recuperó de una enfermedad cercana a la muerte y ahora montando líneas en perfectas condiciones en Chile con dos de los grandes. En la parte inferior de cada carrera, me gustaría mirar a nuestras pistas y sólo se ríen.
Muchos Gracias a Goni, Nico, Rodrigo, Rubén, Coco y toda la tripulación en Nevados de Chillán por la hospitalidad. Bacan!
Viva Chile!
